lunes, 11 de octubre de 2010

The Loser ha aterrizado

¿Saben ese tipo que sale en algunas películas haciendo del novio del interés romántico del protagonista? No estoy hablando de ese personaje que el director o el guionista han caricaturizado para que te caiga mal desde el primer momento que aparece en pantalla. Yo estoy pensando en ese hombre corriente, simpático, trabajador, buena persona, enamorado de verdad. La chica esta con él porque busca a alguien en quien pueda confiar, que le haga sentirse bien y, sobre todo, que le haga olvidarse del protagonista. ¿Lo tienen en mente? ¿Sí? Entonces sigo.

Al final la chica volverá con el protagonista y nuestro hombre la dejará marchar sin rencor y con una sonrisa agridulce en los labios porque sabe que no es a él a quien quiere. Y al acabar la película, todo el mundo queda encantado y contento porque el chico se ha quedado con la chica y piensa en lo bonito que es el amor. Pero yo me quedo pensando en ese pobre hombre cuyo destino es perder siempre, da igual las veces que veas la película. 

Me quedo pensando en él porque estoy convencido de que podría ser perfectamente ese tipo. Hay gente que ha nacido para ser el protagonista de la película: pasan por dificultades, se superan a si mismos y al final acaban ganando. Yo por el contrario encajo más en el papel del perdedor. Nunca me he sentido como el protagonista de mi vida, más bien creo que soy el secundario de las vidas de los demás. A lo más que he llegado ha sido a secundario de lujo, pero en contadas ocasiones. Qué le vamos a hacer, para que algunos ganen a veces es necesario que otros pierdan. Intentaremos tomárnoslo con una sonrisa (agridulce).


No hay comentarios:

Publicar un comentario