lunes, 25 de julio de 2011

Konpartsak

El sábado pasado pasé por el Arenal y vi que había un montón de gente. El motivo es que se celebraba el Konpartsero Eguna 2011 (día del comparsero). Las comparsas de Bilbao o Bilboko konpartsak son una especie de cuadrillas o peñas que participan activamente en la organización de las fiestas. Cuando llegué se estaba celebrando el concurso de pintxos, cuyas normas eran las siguientes:
  • Hay que presentar 4 pintxos iguales
  • Ingredientes: morcilla, manzana y setas + 2 ingredientes libres + base + (aceite + sal + vinagre...).
  • Hay que hacerlos in-situ
  • Se tendrá en cuenta la decoración del pintxo pero no la del plato
Rico rico, y con fundamento

Pequeños en tamaño, pero grandes construcciones

Concursantes dando los últimos toques

El jurado entregado a su durísima labor

"Es difícil elegir al ganador, tendremos que volver a probarlos todos"
Fue muy duro ver y oler todo aquello tan cerca de la hora de comer y que no me dejasen probar. Además, para empeorar los rugidos de mi estómago, a pocos metros de allí las distintas comparsas estaban preparando unas cuantas paellas para comérselas luego en pleno centro de Bilbao. ¡Estos sí que saben montárselo bien!

Preparando las verduras. No sabían si les iba a caber luego el arroz

Estos optaron por echarle langostinos

Preparando la carne

Realmente espectacular

La verdad es que el olor que desprendían aquellos fogones era maravilloso. Tanto que volví rápidamente a casa porque estaba salivando tanto que podían haberme confundido con el perro de Pavlov.

lunes, 18 de julio de 2011

75 años después...

Hoy hace 75 años que comenzó una de las etapas más negras de España. Tal día como hoy el ejército se sublevó y, como el golpe ni triunfó ni fracasó, aquella circunstancia dio paso a la Guerra Civil. Tres sangrientos años en los que los españoles hicieron lo que mejor han hecho durante toda su historia: matar a otros españoles. Dos bandos matándose el uno a otro, da igual que hasta entonces hubiesen sido vecinos, amigos o hermanos. No existía la posibilidad de ser neutral: o conmigo o contra mi.

75 años son muchos años y la mayor parte de los que participaron en aquella barbarie ya no están con nosotros. Es el caso de mis dos abuelos. Ambos eran riojanos por lo que les tocó en el bando mal llamado "nacional". A uno le pilló joven, unos 18 años recién cumplidos. Le convencieron (o él quiso creer) de que luchaba por el bien del país. Al otro le pilló con 27 años, ya lo suficientemente mayor como para ser engañado por ideologías pero sin poder evitar participar en la guerra. Estuvieron por aquí y por allí, tengo oído que uno fue a la batalla del Ebro, otro fue a Valencia. Incluso aprendió alguna frase en italiano al coincidir con los voluntarios venidos de Italia.

A uno llegué a conocerle durante más tiempo que al otro, pero a ninguno les oí nunca hablar de la guerra. Tampoco les pregunté yo, demasiado joven como para saber lo que había sucedido en aquellos años. En días como hoy no puedo evitar pensar en lo duros que tuvieron que ser esos años, en lo mal que lo tuvieron que pasar. También me ronda por la cabeza la pregunta de si en aquella estúpida guerra mataron a alguien. Yo los recuerdo como unas personas buenísimas e incapaces de matar a una mosca por lo que me gustaría pensar que no, pero también sé que una guerra consiste en matar por lo que es probable que lo hicieran. De lo que estoy seguro es que después de la guerra vivieron muchísimo peor de lo que vivían antes de ella, por mucho que hubiesen formado parte del bando "vencedor". Espero que en el caso de que exista un Poder Superior les haya perdonado cualquier falta que pudiesen haber cometido porque eran unos abuelos magníficos y unas personas estupendas que no le desearon el mal a nadie. Espero que se perdonasen a ellos mismos.

75 años después me gustaría pensar que hemos aprendido algo, pero seguimos pensando en términos de "nosotros" y "ellos" (con esto no me refiero a la división "fachas/rojos"). Seguimos pensando que los que piensan distinto están equivocados. Hoy en día hemos avanzado mucho en cultura democrática y es imposible que pase algo ligeramente semejante a lo que pasó aquellos años, pero la herida no ha cerrado del todo y la sociedad está muy crispada y dividida. Esperemos que algún día caigamos en la cuenta de que tanto "ellos" como "nosotros" somos personas que compartimos los mismos sueños e inquietudes. Esperemos que algún día sepamos ponernos en el lugar de los demás. Estoy convencido de que es lo que la gran mayoría de los que vivieron en aquella guerra esperarían de nosotros. 

miércoles, 13 de julio de 2011

Crónicas paseísticas

Hace unos cuantos días, el 25 de Junio para ser más precisos, aproveché que hacía un día espléndido para darme una vuelta por Bilbao.

Un cielo límpido y cristalino
Al acercarme al puente Euskaduna vi que en el museo marítimo había varios barcos.

Obsérvese los "varios barcos" al fondo de la imagen
Me pregunté a mi mismo cual era la razón de que hubiese tantos barcos en la ría y vi este cartel:

Parecen dos bes..
Más tarde mi padre dijo que se trataba de la regata Burdeos-Bilbao (de ahí las 2 bes) pero en aquél momento no me importó no saber la razón exacta de que aquellos barcos estuviesen allí, tan solo me dediqué a disfrutar de ver la ría tan animada y viva. Les dejó con algunas fotos que saqué.

La cuerda bien enrolladita en la cubierta

Me dio vértigo verle subir a la cofa

Bullicioso gentío

Preciosa ancla

No sé si es el nombre del barco o el modelo

Amarrando a la primera

El Beelzebuth de  Arcachon, un diablo de los mares

Amarrando en doble sexta fila
 

Vista general

Carola, la vieja grúa, lo vio todo

miércoles, 6 de julio de 2011

Herencias

Me cuesta mucho escribir. Es una verdad universal. 1 más 1 son 2, el número atómico del hidrógeno es 1 y a The Loser le cuesta mucho escribir.

Cada vez que me pongo a escribir un post empiezo a dar mil vueltas. Sé lo que quiero transmitir pero no consigo expresarlo con facilidad. Escribo una frase y la borro, cambio palabras una y otra y otra vez. Redacto párrafos que modifico constantemente. Es un proceso que me lleva mucho tiempo y cuando acabo no suelo estar muy satisfecho del resultado. Se puede considerar un defecto, pero por lo que he oído estos días no soy el único que lo tiene.


A raíz de la visita del otro día estuve habando con mi padre sobre mi abuelo y la relación postal que mantenía con sus hermanos. Me contó que cada vez que tenía que escribir una carta se encerraba durante un día entero hasta que conseguía terminarla. Mi padre también me dijo que esa característica la había heredado él, a lo que yo le contesté que también me sucedía lo mismo. Nos pusimos a hablar sobre ello y llegamos a la conclusión de que queremos ser tan precisos, tan certeros, tan correctos (tan "académicos", si me permiten la expresión) a la hora de escribir que nos cuesta un mundo redactar cualquier cosa y, cuando acabamos de hacerlo, el resultado queda bastante forzado (y pedante). Es como si la vergüenza a que el resultado sea malo, el miedo a que alguien lea lo que escribimos y piense "qué mal escrito", nos frenase a la hora de poner negro sobre blanco lo que queremos expresar.

Desde que tuvimos esa conversación ya no le doy tanta importancia a mi defecto a la hora de escribir. En el fondo creo que hasta me hace ilusión tenerlo porque he pasado a considerarlo una especie de "herencia" familiar. Tienen ustedes razón, sé que es ridículo alegrarse de un defecto y mi cabeza comparte esa opinión, pero en el fondo no puedo evitar sentir una especie de orgullo.