lunes, 29 de noviembre de 2010

El alma y los barcos

Hace algunos días me fuí a dar un paseo por las orillas de la ría del Nervión.  Había estado lloviendo en Bilbao durante toda la semana pero por fin el sábado a la mañana el cielo se  tomó un respiro y amaneció sin amenaza de chaparrón. Decidí por tanto aprovechar la tregua que me ofrecía el tiempo y caminar tranquilamente por la orilla de la arteria fluvial de mi ciudad en compañía de mi aita.
 
Salimos desde nuestra casa (situada en uno de los barrios periféricos de Bilbao) y tomamos la ribera de la ría a la altura del ayuntamiento. Decidimos ir en dirección Olabeaga. Pronto pasamos las Isozaki Atea y el Zubizuri y llegamos a la altura del Guggenheim (parece mentira que haya conseguido escribir Guggenheim bien a la primera. Me ha costado pero al final me lo he aprendido. Aunque lo que nunca seré capaz de hacer es pronunciarlo bien).

El Guggenheim y la torre Iberdrola casi finalizada

Pasamos a la otra orilla por la pasarela Arrupe. Mientras dejamos atrás la universidad de Deusto y nos acercamos al Euskalduna mi aita me habla de cómo era la zona cuando el llegó a Bilbao a principios de los 60. Allí estaban los astilleros del mismo nombre que lleva el palacio de congresos y los barcos subían y bajaban por la ría. Se dedicaban en gran parte a la reparación de navíos , me dice, mi padre  que también llegó a ver botar un barco desde el edificio del Tigre dónde tuvo uno de sus primeros trabajos haciendo estufas. Mi cabeza se imagina entonces a mi padre con  unos 20 años, recién llegado del pueblo, viviendo de patrona (como muchos otros que tuvieron que emigrar a la ciudad)  y con toda una vida por delante. ¿Qué sueños tendría, que retos afrontó en su juventud? Me imagino también una Bilbao mucho más sucia y  fea que la de ahora, pero con mucha más vida, con más oportunidades. Con alma. Envidio sanamente a mi padre porque pudo disfrutar de una ría en la que ver un barco era algo cotidiano y no una excepción como ahora.

Continuamos el paseo y después de pasar el museo marítimo seguimos por la ribera de Olabeaga. Hay un par de cormoranes secando sus alas en los restos de lo que algún día fue la base de algún cargadero o algo por el estilo. No puedo resistirme a hacerles unas fotos (incluso llego a creer que están posando a la espera de que les retrate). También veo al club de remo de Deusto preparándose para entrenar.


Cormorán, cormorán, saca tus plumas al sol


Boga boga marinela

Mi aita me habla entonces de que antes a ese lado de la ría había un montón de industrias que han ido cerrando con el tiempo. Pienso entonces en la época de la reconversión industrial, el desmantelamiento de Altos Hornos. Me vuelvo a preguntar si Bilbao ha perdido su alma de hierro y me digo que ha renegado de su tradición industrial para atraer al turismo. Seguimos andando y nos encontramos con unas placas que ha puesto el ayuntamiento para recordar el pasado de la ría y me reconcilio con el mundo.


Pinchar en las imágenes para ampliar


 










Y de pronto Bilbao, que ha sabido mucho antes que yo que lo querré siempre, decide hacerme un regalo conspirando para que mi paseo coincida con el día del navegante y me permite ver varios barcos surcando su ría.





Al ver estos barcos mi corazón se alegra, las nubes que podían planear sobre mi cabeza se despejan y puedo volver a casa agradeciéndole a Bilbao que sea como es y que fuera como fue. De todas manera sigo teniendo envidia  (sana) de mi aita porque sé que aunque lo que yo he visto me parece hermoso es sólo una pequeña fracción de lo que él veía cada día cuando paseaba por el arenal de camino al trabajo.


Pd: si no han pinchado en el pie de foto que dice "Boga boga marinela" hagánlo. Les prometo que vale la pena

3 comentarios:

  1. Muy lindo paseo y fotos.
    Sobre el Guggenheim ... ¿es tan difícil la pronunciación?
    Un abrazo.

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  2. @nora: me alegro mucho de que te haya gustado. Respecto a la pronunciación no creo que sea tan complicada... si eres alemán o inglés. Yo siempre lo pronunciaré castellanizado, "Guguenjeim", con la jota bien marcada y que tan fuerte le suena a los italianos (digo italianos por poner un ejemplo pero creo que en la mayor parte de los idiomas esa jota les suena demasiado agresiva). Podría probar a pronunciar "Gugangheim", al estilo anglosajón, pero la gente de mi alrededor me miraría mal (y yo a ellos si lo hicieran) porque pensarían que trato de hacerme el "snob". Además mi oído es bastante malo: soy incapaz de diferenciar un っさ de un しゃ o un じゃ de un や, por poner un ejemplo.

    ¡Muchas gracias por tu comentario y un fuerte abrazo!

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  3. Muchas gracias por la respuesta.
    En japonés se dice "guuguenjaim" :)
    Otro abrazo.

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