jueves, 20 de enero de 2011

Perdedores gloriosos (II): C. C. Baxter

Ayer estuve viendo la extraordinaria película de Billy Wilder "El apartamento". Es una película del año 60 muy famosa y laureada pero que yo no había visto nunca. En ella aparecía  C. C. Baxter, el personaje que magistralmente interpretó Jack Lemmon y que me recordó que había iniciado una categoría sobre perdedores entrañables con Charlie Brown y que nunca tuvo segunda entrega. Bueno, pues para seguir con esa sección más intermitente que Mario cuando coge una estrella aquí les traigo la segunda entrega la cuál, como supongo han deducido, dedicaré a este personaje.

C. C. Baxter es un hombre que trabaja en una compañía de seguros de Nueva York. Es un hombre gris,  un empleado más entre los miles que forman la empresa. No tiene familia esperándole en casa, no tiene una vida fuera del trabajo, su única aspiración es conseguir un ascenso quizás porque cree que el éxito laboral conseguirá llenarle. Con la esperanza de que le promocionen deja la llave de su apartamento a sus jefes para que lleven a sus amantes.

El señor Baxter y la señorita Kubelik. Imagen de la Wikipedia.
El señor Baxter es un hombre corriente que se deja llevar por las circunstancias.  Es servil con sus jefes y no se enfrenta a ellos pero cae simpático al espectador porque transmite que es un buen hombre, que tiene un buen corazón. Es una persona entrañable y se nota que es un romántico. Tiene mala fama entre sus vecinos por el uso que dan sus jefes de su apartamento. Creen que es un vividor cuando realmente es un pobre hombre sin vida propia que, cuando su apartamento está ocupado por alguno de sus jefes él tirita de frío en algún parque, y cuando puede disponer de él se sienta a cenar solo delante de la tele. No le importa lo que piensen sus vecinos, sólo quiere un ascenso, aunque lo que realmente necesita (pero él no lo sabe) es dejar de sentirse solo.

La grandeza de el señor Baxter es que todos nos podemos identificar con él. Todos en algún momento de nuestras vidas hemos tenido un jefe al que hemos querido agradar, todos hemos querido a alguien que no nos quiere, todos hemos estado perdidos sin saber muy bien que es lo que necesitamos, todos nos hemos sentido solos (si a usted no le ha ocurrido nada de esto le felicito y espero que siga con su buena racha, pero aún así le caerá simpático el personaje de Lemmon). Lo único que espero es que cuando llegue el momento sea capaz de saber reaccionar y mantener mi integridad como  hace el señor Baxter. Porque, en contra de lo que hayan escuchado, los perdedores también tenemos algo de dignidad.


Pd: A veces basta con que la persona adecuada le diga a un perdedor algo tan sencillo como "cállate y reparte" para  que lo considere como una gran victoria.

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