jueves, 3 de marzo de 2011

Olimpiadas

Las primeras olimpiadas que recuerdo son las de Barcelona 92, con aquel momento tan espectacular del encendido del pebetero (hay gente que sigue discutiendo si la flecha entró o no, discusión que personalmente creo que carece de toda importancia). Mi edad todavía no llegaba a las dos cifras, pero sentía que aquella concentración de deportistas era algo especial. 

Para las olimpiadas de Atlanta 96 ya era un poco más mayor (concretamente 4 años mayor. Es lo que tiene que las olimpiadas sean cada cuatro años, que cada vez que ves una eres 4 años mayor que cuando viste la anterior) y por tanto podría tener más recuerdos. Sin embargo lo único que me viene a la cabeza cuando pienso en ese evento es que estaba en el pueblo, que las retransmisiones eran por la tarde y que el logo aparecía en aquellos botes de coca-cola que comprábamos a 100 pesetas en la máquina para calmar la sed después de jugar un partido o de hacer alguna excursión con la bici.


Cuatro años más tarde llegó Sydney 2000. Para entonces ya tenía claro dentro de mi cabeza lo que deberían representar unas olimpiadas:

El mundo es muchas veces un lugar frío, oscuro, desagradable dónde todo se mueve por intereses y motivos ocultos. Aún así una vez cada cuatro años atletas de todos los países se reunen para competir. Se convierten en rivales por algunos segundos, pero amigos para el resto de sus vidas (o al menos eso era lo que buscaba Pierre de Coubertin). Las olimpiadas deben ser un lugar de unión y hermandad para los deportistas dónde lo importante no es vencer al rival sino vencerse a uno mismo. "Lo esencial en la vida no es vencer sino luchar bien".

Y con estas convicciones vi las olimpiadas de Sydney (y las siguientes), valorando a los atletas por representar lo mejor del ser humano (aunque la profesionalización del deporte haya hecho mucho daño, pero ese ya es otro tema), por su espíritu de superación y de lucha, por propagar un mensaje de unión y esperanza, por representar ese espíritu olímpico que nos hace recordar que podemos hacer del mundo un lugar mejor. Los que ganan medallas merecen admiración, pero es ese atleta que llega el último a la meta  el que me contagia el espíritu olímpico.

Pd: Después de explicarles lo que significan las olimpiadas para mi he de confesarles que lo que más recuerdo de Sydney 2000 es aquel momento de la ceremonia de clausura en el que todo el estadio olímpico se puso a cantar el "Waltzing Matilda". Me emocioné entonces, y ese mismo cosquilleo me recorre el cuerpo cada vez que lo veo:


Pd2: Sé que las olimpiadas de invierno también son olimpiadas pero, por alguna razón que desconozco, para mi los de verano son los auténticos Juegos Olímpicos.

2 comentarios:

  1. Gracias por el link que me enviaste sobre La Maquina de River Plate.No soy tan viejo para haberlos visto jugar "en vivo",pero debo decirte que al actual Dt de River (J,J Lopez )si lo he visto jugar,junto al Beto Alonso ,y cia.
    Has tocado un tema el Fútbol que me apasiona tanto o mas que el cine tal vez.Asi es que tampoco me quiero enganchar tanto en este tema,porque serían entradas y entradas de este "bendito deporte".

    Me gusta aún jugarlo (aunque no mas sea en cancha de césped sintético y equipos de 6 jugadores).Y sigo disfrutándolo y sufriendolo como todo hincha de un equipo de fútbol.

    Me encantó ver(por tv) al seleccionado de Brasil/70,Holanda 74,Argentina del 86 y por supuesto España del 2010.Con sus figuras excluyentes: Pelé,Cruyff,Maradona y por supuesto Iniesta.

    Bueh!! no me explayo mas porque tengo que continuar con mi vida sino me quedaría horas y horas tecleando.

    Saludos ,que pases bien el carnaval, y muchas gracias otra vez sos siempre bienvenido en mi blogk........

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  2. El deporte y yo nunca nos hemos llevado bien, así que las olimpiadas la verdad es que no las he visto más que lo típico de los resúmenes que hacen los informativos y demás.

    Del 92 lo que recuerdo es la Expo de Sevilla, con Curro (la mascota) y un señor muy grande muy grande con una serpiente. Esos son mis recuerdos de por aquél entonces... Tenía solo 2 añitos, así que no se puede pedir más :P

    Un saludo!

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